Un castillo sobre el mar
Altafulla es un pueblo emblemático y encantador de la Costa Dorada que permite disfrutar de toda la tranquilidad y la belleza de un municipio con un gran patrimonio artístico y cultural.
En él encontraréis varios vestigios que hablan de su historia:
La Vila Closa (conjunto medieval cerrado por restos de murallas, con la iglesia de San Martín y el castillo), la villa romana de Els Munts (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) y el paseo marítimo.
Con las visitas guiadas a la Vila Closa podréis conocer la historia de Altafulla. Si no, por vuestra cuenta, podréis visitar el barrio marítimo y zona romana de Els Munts. En el barrio marino, además de historia encontraréis tiendas y restaurantes.
Al lado de Altafulla encontramos el Castillo de Tamarit y las playas de La Mora. Desde Tamarit sale un camino de ronda que lleva, por la playa, hasta la ciudad de Tarragona mientras recorre algunas de las mejores playas y calas de la zona. Lugares únicos en los que el bosque llega al mar creando paisajes extremadamente bellos.
Por su parte, el castillo de Tamarit, documentado des del siglo XI, contiene elementos defensivos y de residencia; una prisión, torres de mira y una iglesia románica. La iglesia constituye uno de los ejemplos más puros y primerizos de arquitectura románica de Tarragona. A partir de 1681 el castillo fue propiedad del arzobispo de Tarragona y de los marqueses de Tamarit, hasta que a principios del siglo XX lo compró un coleccionista de arte americano. Este lo restauró y le devolvió la belleza con la que podemos verlo en la actualidad. Hoy en día se usa como emplazamiento privado donde sólo se pueden celebrar acontecimientos como bautizos o bodas.
Rincones singulares que no os podéis perder.
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